24 de febrero de 2013

Dragones

Los dragones, del latín Draco y del griego Drakon que significa "Vívora" o "Serpiente", son criaturas realmente fascinantes que nos atormentan desde hace siglos con sus increíbles historias. Son originales de China, Europa y las tierras nórdicas.
Los dragones eran tomados más que todo como guardianes que protegían tesoros o lugares sagrados  que al alguien intentar penetrar era atacado brutalmente por el animal y de ahí viene la leyenda de que comían humanos.
Los dragones eran avaros y sentían una gran debilidad por el oro y las piedras preciosas, las cuales escondían en empinadas montañas para evitar que las robaran. Atacaban los castillos de los reinos para llevarse las fortunas y hacer mayor su tesoro. Se dice que los dragones hacían sus nidos enterrándose bajo el oro, y que les producía una sensación vigorisante.


En la mitología china, los dragones eran símbolo de fuerza, poder y valor, y por ese motivo, se convirtieron en el emblema del emperador. Según las leyendas donde se describían a los dragones, estos tenían cuerpos de serpiente, escamas de pez, cuernos de venado, ojos de demonio, patas de león y garras de águila. No poseía alas, pero tenían el poder de levitar, deslizándose por el cielo cual serpientes.


Eran un símbolo muy importante de sabiduría y renacimiento, tanto que hasta hoy en día, podemos verlo formar parte como símbolo del zodíaco chino. Eran guardianes nobles que no pretendían lastimar a la humanidad. Se creía que incluso algunos podían conceder deseos
En esta cultura los dragones eran tomados como guardianes del agua. Cada río importante de China tenía su propio dragón guardián, que vivía en el fondo del río en un castillo de cristal, y lo protegía de cualquier intruso.


Durante la Edad Media, en Europa, los dragones eran considerados enemigos de la humanidad, y por eso los reinos mandaban a sus mejores guerreros a exterminarlos, fallando en la mayoría de casos. Si un hombre lograba matar a un dragón ganaba el mejor de los premios: si comía su lengua podría hablar con los animales y si se bañaban en su sangre se volvería invencible.
Los dragones viven en lo más profundo de los bosques, en montañas, ríos, mares y, en algunos casos, volcanes.
Los dragones tenían muchos modos de defensa, como su gran tamaño, sus filosos dientes, sus duras garras y lo que los vuelve característicos: la habilidad de lanzar fuego por la boca.



En la cultura japonesa, los dragones comparten muchas similitudes con los dragones chinos, pero aquí eran considerados criaturas bélicas y violentas, y se solían realizar sacrificios, principalmente de doncellas jóvenes, en su honor. 
En las tierras nórdicas, los dragones eran seres temidos y admirados. Los vikingos los esculpián en la proa de sus barcos para infundir temor a los espíritus que quisieran atacarlos en sus travesías.
Para los celtas, los dragones eran los protectores de los bosques, y sol´´ian relacionarse con los magos y druidas.


Los Dragones siempre han sido vistos como seres temidos y llenos de gran poder, algunos relacionados con ciertos elementos de la naturaleza, no solo con el fuego, sino también con el agua, la tierra y el aire. Se creía que los dragones erán mágicos, y que eran capaces de poder manipular su entorno. 


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