Los Liches, del alemán Leiche "Cadáver", son muertos vivientes que se caracterizan por tener su alma separada del cuerpo. Su aspecto recuerda al de un esqueleto: con los huesos muy marcados o totalmente visibles, las cuencas de los ojos vacías y una expresión macabra en el rostro.
Estas criaturas son en realidad, magos poderosos que han muerto y vuelto a la vida con más poder que antes a través de hechizos de necromancia o nigromancia.
Según los rituales, para poder crear a un liche, se necesita que la persona muera, para luego poder guardar su alma en un objeto especial llamado Fetiche, el cual puede ser cualquier cosa (desde una joya hasta un pedazo de madera), en el cual el alma se mantendrá guardada, lo que le permitirá convertir al liche en un ser inmortal, ya que nunca volverá a morir porque su alma no está en su cuerpo.
Los liches suelen ser más poderosos convertidos que cuando estaban vivos, y logran mantener toda su conciencia, habilidades y conocimientos en el cuerpo muerto. Algo que caracteriza a estas criaturas es que suelen practicar la nigromancia y crear ejércitos de muertos vivientes.
Muy ágiles y poderosos, son criaturas malvadas que solo piensan en sus propios asuntos, para los cuales harían uso de cualquiera de sus habilidades. La única forma de matar un liche es destruyendo el fetiche en el que se encuentra su alma.
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