El Cipitio, del náhualt Cipit "Niño", es un personaje de la mitología centroamericana. Su apariencia es la de un niño pobre, barrigón, con ropa blanca, gran sombrero de palma puntiagudo y de ala ancha, y en muchas ocasiones, descrito con los pies al revés.
La leyenda cuenta que es hijo de la Siguanaba, pero que al ser maldecida la anterior, también él sufrió las consecuencias, convirtiéndose en una entidad errante que nunca crecía, pero de aspecto siempre alegre y amable.
Comía principalmente cenizas y guineos que arrancaba de los árboles, ya que su madre nunca se hacía cargo de el pequeño. Algunas otras historias decían que podía teletransportarse por todo el territorio con facilidad.
Su carácter no es ofensivo o peligroso en ningún sentido, pero disfruta haciéndole bromas a las personas y riéndose a carcajadas de ellas. Muchos autores natales de esas tierras se inspiran en esta leyenda y la mencionan muchos en sus poemas, libros y escritos.
- Personaje
