15 de julio de 2013

Basilisco

El Basilisco, del latín basiliscus y el griego basiliskos "Pequeño rey", era una gigantesca serpiente con el poder de matar con la mirada. Nace a partir de un huevo de gallina empollado por un sapo. Podía alcanzar nueve metros de largo y vivir siglos enteros.
Originaria de la mitología griega, el Basilisco era representado como un gallo-serpiente, muchas veces con alas. Es una de las criaturas más letales de la mitología de muchos países. Poseía colmillos venenosos y sus ojos asesinos. 



Algunas historias cuentan que el canto del gallo es mortal para ellos.
En la mitología chilena, el basilisco nacía de un huevo incubado por un gallo. Al nacer, durante el día, se mantenía oculto; pero en la noche lanzaba un canto mágico que hacía que las personas se durmieran. Cuando ya estaban bajo el hechizo, el basilisco se bebía la saliva de las personas, lo que hacía que enfermaran y al final murieran. Para deshacerse de él, tenía que quemarse.


En la mitología salvadoreña, el basilisco nace del último huevo puesto por una gallina antes de morir, el cual es empollado por un sapo o serpiente. El huevo tenía que ser eliminado inmediatamente, pero si ya había nacido, tenía que ponérsele un pato. Si el pato miraba a los ojos al basilisco, el pato moría; pero si el basilisco miraba al pato, el monstruo moría.


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