7 de mayo de 2014

Genios

Los Genios, del árabe Yinn y del latín Genius "Generador" "Padre", son seres originales de la mitología mesopotámica, semítica, y romana. Aunque en ambas regiones existieron leyendas sobre estas criaturas, no son las mismas, y conservan las características de los países a las que pertenecieron.


Según la mitología semítica, los genios o Djinn, eran entes invisibles, capaces de cambiar de forma a su gusto y el poder de influenciar mental y espiritualmente a los humanos. Supuestamente, eran los terceres seres que había creado Dios, junto con los ángeles y los hombres; pero estos podían obedecer tanto a quien quisieran. Tenían libre albedrío.


Según la mitología mesopotámica, estaban relacionados con lo divino, y eran considerados guardianes y figuras para alejar el mal.
Según la mitología romana, los genios son espíritus protectores. En la tradición, cada persona al nacer recibía dos genios, uno bueno y uno malo, y dependiendo de a cual escuchara iba a ser su destino.  


Aunque su comportamiento puede ser embaucador, disfrutan haciendo bromas y pueden resultar avaros y maliciosos, no son malos. Una característica de los genios es que pueden ser apresados en ciertos objetos (lámparas, anillos) y convertirse en esclavos de quienes los poseen. En muchas historias de la cultura popular, se le conoce a los genios por ser seres que pueden cumplir tres deseos a quien los encuentre. 
Se les relacionaba con el elemento del fuego.


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