Kitsune, el zorro de nueve colas, es un personaje muy famoso de origen japones. Es un espíritu con forma de zorro, cuya función principal es la de trabajar como guardián. Son seres inteligentes, astutos y muy sabios, además normalmente poseen poderes mágicos.
Mientras mayor edad tienen, sus poderes incrementan y su número de colas también. El mayor es nueve, llegado al cual se convierten en seres realmente poderosos. Cumplen las nueve colas cuando alcanzan los mil años.
Tenían la capacidad de cambiar de forma animal a humana, normalmente en mujeres u hombre jóvenes, además de prender sus colas en fuego, hacerse invisibles o viajar del mundo material al espiritual con mucha facilidad. Otra caracteríatica de estos zorros es que su pelaje solía ser blanco o dorado.
En muchas otras historias, los kitsune podía meterse en el cuerpo de una persona y hacer que perdiera el apetito, se volviera más violenta de lo normal y sintiera un deseo incontrolable de adorarlos.
Muy pocos kitsune eran malvados de verdad, ya que la mayoría tenían un espíritu benévolo, y solían recompensar a las personas que lo ayudaban en diferentes ocasiones.
En la antigüedad las personas solían llevarles ofrendas. Muchas veces disfrutan haciendo bromas a las personas. Varios templos poseen estatuas de kitsunes para protegerse de los malos espíritus. Algunas leyendas comunicaban que no se llevaban bien con los perros normales. Muchos de estos espíritus ayudaban a Inari, Dios de la fertilidad y el arroz.
Según una tradición japonesa, para averiguar si una persona era un kitsune disfrazado, había que llevarlo a beber alcohol. Cuando hubiera bebido mucho, no podría evitar mostrar su cola. Otra forma era ponerle un espejo en frente, ya que su reflejo se vería como el de un zorro.
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